La evaluación de
los aprendizajes en el debate
didáctico contemporáneo
Alicia R.
W. de Camilloni
Es preciso considerar, en primer lugar,
dos cuestiones básicas. E1 primer aspecto relativo a la constitución de un
sistema de calificación es el relacionado con la construcción y la fijación de
una escala de calificación, y el segundo aspecto está referido a la decisión
fundamental relativa a la adopción de sólo una o más de una de estas escalas en
el sistema de calificación que se diseña. Veamos la primera cuestión.
En el proceso de construcción de una
escala es necesario tener en cuenta las características que las escalas de
calificación adquieren en términos de las condiciones y posibilidades que
brinda cada una de las grandes modalidades de las escalas de medición en
general.
Escalas de medición
Las escalas de medición pueden ser
clasificadas en cuatro grupos a partir de las características que presentan
respecto de la relación de ordenamiento progresivo u horizontal de las
categorías que las constituyen, de la distancia igual o desigual que existe
entre los diferentes grados de la escala y de la existencia o no de un punto de
partida (cero absoluto) que permita operar de manera particular con tramos
parciales de la escala.
De este modo, las escalas de medición
se agrupan en los siguientes tipos:
a) Escalas nominales.
En ellas las categorías que componen la
escala no se encuentran en un orden de seriación que implique que un grado es
mayor o mejor que el o los otros grados. No hay grados superiores e inferiores.
Todos se encuentran en el mismo nivel. Se emplean para medir la frecuencia con
la que los ejemplares evaluados se incluyen en cada una de las clases que la
escala presenta. La construcción de una escala nominal requiere que se cumplan
las siguientes condiciones: la escala debe incluir todas las categorías
necesarias para diferenciar los ejemplares que se evalúan, dependiendo su
carácter y número de la necesidad de obtener la información que se requiere con
un fin determinado, aquel que dio lugar a la construcción de la escala. Para
ello, las categorías se determinan en función del número indispensable de
clases que permitan dar cuenta del universo que se estudia.
E1 número debe ser
el mínimo posible, sin que se pierda información útil. La escala, además, debe
ser completa, es decir que debe hacer posible la inclusión en alguna categoría
de la escala de todos los ejemplares analizados. Por otra parte, todas las
categorías deben ser excluyentes entre sí, lo que implica que ningún ejemplar
podría ser incluido simultáneamente en más de una categoría. La definición de
las categorías, para ello, debe ser tan clara que no genere ninguna
interpretación ambigua que pueda prestarse a error de clasificación. Una escala
nominal se construye ad hoc, en los términos necesarios para el estudio que se
desea realizar.
Si se trata, por ejemplo, de clasificar a las personas según su
nacionalidad, el número de categorías para incluir en la escala dependerá de la
utilización que se quiera dar a las informaciones que se recojan. En un caso
puede ser suficiente contar con dos grados (Argentino; Extranjero) o con tres
(Argentino nativo; Argentino naturalizado; Extranjero) o con cuatro (Argentino
nativo; Argentino naturalizado; Natural de país limítrofe; Extranjero natural
de país no limítrofe), etcétera.
b) Escalas ordinales.
Son aquellas que presentan una serie de
categorías ordenadas de acuerdo con un criterio definido por un sentido u
orientación determinada que no permite introducir alteraciones en la secuencia.
Los grados de la escala se ordenan, por ejemplo, de mayor a menor o de mejor a
peor. Deben cumplir con los mismos requisitos que las escalas nominales, a los
que se suma, como se ha dicho, la definición del criterio de ordenamiento de la
serie. Se caracterizan además, porque las distancias entre los pares de
categorías o grados consecutivos no deben ser necesariamente iguales. Así, el
intervalo entre “Muy bueno” y “Bueno” no tiene que ser igual al intervalo entre
“Bueno” y “Regular”.
Las escalas ordinales son específicas y se usan para medir
aspectos determinados. Las escalas ordinales no son y, en consecuencia, no
deberían ser utilizadas como escalas universales. Sin embargo con cierta
frecuencia adquieren una alto grado de formalismo y se usan indistintamente
para evaluar cuestiones muy heterogéneas, perdiendo de este modo la riqueza
posible de su valor descriptivo que deriva ya sea de su construcción ad
hoc, ya de la especificidad de la definición de
cada uno de los grados de la escala.
c) Escalas de intervalos.
Son aquellas en las que se debe
responder a los mismos requisitos que hemos enumerado para las escalas
ordinales, con la particularidad que se agrega de que los intervalos entre
pares de grados consecutivos deben ser iguales. Este último rasgo permite
operar con las mediciones en las que se han utilizado las unidades medidas por
estas escalas efectuando operaciones aritméticas que no pueden realizarse con
las escalas ordinales. Entre ellas, por ejemplo, es posible obtener la media
aritmética (promedio) de las mediciones, lo cual no tendría sentido con
unidades de medición con escalas ordinales. Las escalas numéricas, siempre que
los grados estén definidos sin ambigüedad de tal modo que aseguren la igualdad
de los intervalos, son un ejemplo de estas escalas intervalares.
d) Escalas de razones o proporciones.
Son aquellas en las que no sólo se cumplen las
condiciones establecidas para la construcción de una escala de intervalos sino
que se agrega a éstas la de poseer un cero absoluto. Esta característica
permite efectuar operaciones en las que se suman mediciones obtenidas
independientemente o se comparan mediciones en las que, por ejemplo, el grado “2” de la escala se puede
considerar equivalente a la mitad del grado “4”. Si no existiera un cero absoluto, esta interpretación
de la relación entre los grados 2 y 4 no tendría sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario