sábado, 16 de junio de 2012

Mensaje del Papa Benedicto XVI a los profesores de religión.




Mensaje del Papa Benedicto XVI a los profesores de religión.


El Papa elogia el papel de los profesores de religión y agradece su labor de auténticos trabajadores de cultura y humanidad, con el que enriquecen a la escuela y a toda la sociedad, porque la dimensión religiosa hace al hombre más humano

Sábado, 25 abr (RV).- «’Yo no me avergüenzo del Evangelio’ (Rm 1,16). El profesor de religión católica por una cultura al servicio del hombre». Así lo ha manifestado este sábado Benedicto XVI a los participantes en el Congreso italiano de quienes se dedican a esta enseñanza, cuya presencia no limita la libertad e impulsa la convivencia civil constructiva, el respeto y el diálogo leal. (...)



Recibiendo a los participantes en el Congreso de profesores de religión católica de Italia - en el Aula Pablo VI que ha acogido a unas ocho mil personas - el Papa les ha dado su cordial bienvenida, extendiendo su saludo a los cerca de veinticinco mil maestros, que se dedican a esta enseñanza en las escuelas de todo el país, aunándose con los otros educadores y profesores, al servicio del hombre creado a imagen de Dios. Las palabras del Santo Padre han sido acogidas con grandes aplausos (...)


«Gracias a la enseñanza de la religión católica, la escuela y la sociedad se enriquecen con verdaderos laboratorios de cultura y de humanidad, en los cuales, descifrando la aportación significativa del cristianismo, se habilita a la persona a descubrir el bien y a crecer en la responsabilidad; a buscar el confrontarse, afinando el sentido crítico y a tomar de los dones del pasado para comprender mejor el presente y proyectarse concientemente hacia el futuro».







«’Yo no me avergüenzo del Evangelio’ (Rm 1,16). El profesor de religión católica por una cultura al servicio del hombre». Es el tema de este encuentro que ha congregado a los que en Italia se dedican a esta enseñanza. Tema enmarcado en el Año Paulino, como ha recordado el Santo Padre, alentándoles a seguir las huellas de este discípulo humilde y fiel, valiente anunciador, genial mediador de la Revelación. Y a dejarse amaestrar por Dios, siguiendo también al Apóstol de las gentes. Inspirándose en su epistolario, que nos recuerda la vida social y civil que los discípulos de Cristo deben tener presente en todo momento.

«San Pablo es un verdadero ‘maestro’, que anhela con todo su corazón tanto la salvación de la persona educada en una mentalidad de fe, como su formación humana y civil, para que el discípulo de Cristo pueda expresar plenamente una personalidad libre – un vivir humano ‘completo y bien preparado’ – que se manifiesta también en una atención hacia la cultura, la profesionalidad y la competencia en los distintos campos del saber, en beneficio de todos».




La dimensión religiosa no es pues ‘algo más’. Es parte integrante de la persona, desde la primerísima infancia. Es apertura fundamental a los demás y al misterio que preside toda relación y todo encuentro entre seres humanos. La dimensión religiosa hace al hombre más hombre, ha reiterado Benedicto XVI, con el anhelo de que la enseñanza de estos profesores pueda ser como la de Pablo. Para que los alumnos se abran a esta dimensión de libertad y de pleno aprecio del hombre redimido por Cristo. Tal como está en el proyecto de Dios, expresando así, hacia tantos jóvenes y sus familiares una «verdadera caridad intelectual». Y recordando luego, que, ciertamente, uno de los aspectos principales de la enseñanza de la religión es «la comunicación de la verdad y de la belleza de la Palabra de Dios» y que «el conocimiento de la Biblia es un elemento esencial», el Papa ha animado a profundizar en su vocación, dejando traslucir a Dios en sus propias vidas (...).


Ver el mensaje completo en: http://www.arquibogota.org.co/?idcategoria=16276

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